CUIDEMOS LA MACHU-MARAVILLA
Con
la entusiasta y masiva participación de los peruanos de todas las latitudes y de todos los estratos sociales, por fin se logró
que Machu Picchu, nuestro emblemático monumento histórico, fuera elegido como una de las nuevas siete maravillas del mundo
moderno.
Bueno,
tras la satisfacción de haber recibido tan honroso título, que lo merece a la par que otras maravillas elegidas: La Gran Muralla
China, el Coliseo Romano, el Cristo Redentor de Río de Janeiro, la Ciudad de
Petra en Jordania, el Taj Mahal, las pirámides de Chitchén Itzá en México (faltó el Acrópolis de Atenas) surge la preocupación
por el intenso tráfico de visitantes que se experimentará hacia el monumento, sobre todo de turistas extranjeros que vendrán
atraídos por el título.
Esto,
como es lógico, contribuirá al deterioro del propio complejo arqueológico, por lo que hay que adoptar las medidas necesarias.
Una de ellas es evitar el tránsito terrestre desorganizado, empleando unidades tipo combi, que son contaminantes del medio
ambiente, y reemplazarlas por un teleférico para subir a los turistas, tal como ya fue planteado una vez pero quedó frustrado
debido a oposiciones interesadas.
Otro
riesgo es el de los políticos locales, tanto locales del propio Machu Picchu (pueblo, antes Aguas Calientes) como de la propia
Región, que no tienen la menor idea de lo que es servir al turismo, y que por quítame estas pajas bloquean las vías de acceso
o crean disturbios que ahuyentan el turismo tal como se ha visto recientemente. Si siguen así lo que lograrán es matar a la
gallina de los huevos de oro.
Felicitamos
a los cusqueños en la persona de doña Marina Sequeiros Montesinos, Alcaldesa del Cusco, cuya presencia en Lisboa, la noche
del evento, fue muy bien comentada.
LA
SOLUCIÓN: EL TELEFÉRICO
Surge
la preocupación por el intenso tráfico de visitantes que se experimentará hacia el monumento, sobre todo de turistas extranjeros
que vendrán atraídos por el título de Nueva Maravilla del Mundo Moderno.